Y llegó...

Bueno, Navidad pues, ya está aquí, empecemos con la gracia:

Qué tal la Navidad?

Bueno estuvo tranquila, no fue mucho menos de lo que esperaba, pero tampoco fue más. 

Qué me trajo Papa Noel?

Nada nuevo. Nada de lo que pedí. Nada inesperado.

Estoy triste?

Mmmmm es difícil de explicarlo: es como que en el fondo, muy en el fondo está mi YO triste, sin embargo, algo no me deja sacarlo... algo me detiene.... quién sabe? de repente no estoy destinada a estar triste hoy... quizás mañana.

Entonces sin sorpresas, sin muchas luces ni mucho alboroto llegó la famosa Nochebuena y con la misma fugacidad se fue. Parece increíble tanta anticipación para una noche tan corta, sin embargo, hasta el más Grinch de todos debe admitir que, por alguna razón, es una noche medio mágica: a veces para bien, a veces quizás para mal, pero termina siendo una noche mística al final.

No sé en qué consistirá: no sé si es la expectativa de lo material, de los regalos; la cena y reunión con gente que no puedes ver tan seguido como quisieras; la ilusión de los niños; los cuetes, no lo sé.

Para mí hoy (y ya hace muchos años) tiene que ver con el amor. Sí, ya sé, más cursi no puedo ser, pero es la verdad. Es una noche en donde (ya sea por consumismo o por tradición o por lo que sea) te sientes más en paz contigo mismo porque eres capaz de ver a toda la gente que quieres y que te quiere, y aún si no los puedes ver, recordarlos recordándote genera el mismo efecto. Es una noche en la que vives el amor, te provoca entregarte, sacar sonrisas, abrazar, reír, no dejar que las pequeñas cositas te anulen ese sentimiento, ponerte en contacto con todas las personas que significan algo para ti...

Es por eso que estas fechas son tan melancólicas quizás. Las personas están más en contacto con la paz interior que te da amar (manya que filosófica estoy jojó :P) y con esa paz compartida con toda la gente se crea esta mística que envuelve la Nochebuena. 

Cuántas llamadas hicieron hoy a las 12?

Cuántos abrazos dieron con sinceridad, con cariño de verdad?

Cuánta emoción sintieron al ver la cara de felicidad del que recibió tu regalo?

Cuántas fotos tomaron?

Cuánto pensaron en las personas que no estaban con ustedes y extrañaban?

Cuánto se dieron cuenta de sentimientos escondidos que esa noche surgieron de la nada?

Cuánto dejaron de lado para estar con los que de verdad les importa?

Bueno, son unas pequeñas preguntas de autoreflexión y va para ustedes también.

Espero que todos los que lean esto la hayan pasado bien hoy, hayan recibido sonrisas y abrazos, que hayan recibido y dado muchísimo amor :)

All we need is love, dont't we ;)

Yo no recibí lo que pedí porque, claro, mi vida no es una película, ni yo soy la asistente del Primer Ministro de Inglaterra, pero eso no quiere decir que no haya recibido nada, lo que recibí fue suficiente como para cerrar este post de manera optimista y satisfecha.

En unas horas comienza la acción así que es hora de dejarlos ir.

Pronto vendrán más inspiraciones desde las arenas del norte.

Me hubiese gustado llevar un enamorado a la Nochebuena (esta Navidad quizás ya estoy más romántica que el año pasado), pero bueno no pude pues porque no puedo aparecerme con un muñeco inflable; sin embargo, hubo un hombre que nunca me falla y nunca me ha fallado que, así como siempre, estuvo ahí...

Y con él me despido en Navidad :)

Tatá