Hola. Hoy me sentí creativa? inspirada? desesperada? angustiada?

Alguna de esas de hecho. (O todas).

No puedo creer que es 6 de marzo ya. El mes de febrero es el mes más corto y sin embargo ha durado como 3. Cada día lo he sentido en su plenitud desde el sol de la mañana hasta el calor húmedo de la noche.

Y así también ha avanzado el 2011 sin darme tiempo de decidir nada ni opinar, es un año arrebatado y yo, guerrera por naturaleza, me voy dando cuenta de que quizás ya no debo serlo más.

Solía considerar mi pasión y mi valentía como dos virtudes, dos virtudes que me llevaban a pelear por lo que quiero y defenderlo con uñas y dientes, pero quizás no son virtudes, quizás son mis principales defectos... quizás deba dejarlos ir...

También me consideraba muy buena leyendo las señales del mundo e intuyendo mi camino... eso también parece que estaba mal. En otras palabras, mi radar ya no funciona, se malogró, se jodió, mancó.

Habrá algo que estaré haciendo bien? esa es la pregunta de todos los días; por supuesto que sin respuesta, como todo en mi vida por ahora...

Mientras tanto me aburro, qué soy yo sin mi pasión, sin mi valentía, sin mi intuición? No soy nada... no nací para sentarme a esperar (o eso creía); nací para hacer, para crear, para buscar lo que quiero y conseguirlo, para ser líder... pero el destino me dice "siéntate ahí, coge tu revista y espera"... y lo ODIO. ODIO ESPERAR. Siento que el tiempo que pasa es tiempo perdido y no quiero perderlo, NO QUIERO.

Mi cuerpo puede lograr quedarse tranquilo, pero mi mente no, ella sigue bombeando ideas y pensamientos y ocurrencias, no descansa nunca y yo no la puedo aplacar tampoco, funciona sola.

Cuando me dijeron que era como una mariposita de cristal me reí y dije (con voz de engreída) "por quéeee??? yo????". Ahora pienso que quizás sí era verdad... ahora veo mi mariposita de cristal con el ala rota y por ratos me identifico con ella demasiado.

Quisiera que estén orgullos de mí, quisiera estar orgullosa de mí, pero no lo están y yo tampoco. Quizás sea cuestión de tiempo, aunque el tiempo y yo estemos más peleados que nunca.

Sueño que bailo con mi vals,
—y el vals soñando que con su hombre
bailando va—

Sueño y soy sueño: soy un vals
que viene y va,
que viene y va.