Do you have the time to listen to me whine about nothing and everything all at once?
I am one of those melodramatic fools, neurotic to the bone, no doubt about it.

Oct 3, 2010

20

Cuando uno es joven el mundo no tiene límites. Vivimos en un mundo redondo y amplio, inmenso, eterno. Mientras más viejos nos hacemos el mundo se vuelve cuadrado, pequeño, sofocante, denso...

Hubo una época en la que no teníamos miedo de hacer nada, no teníamos miedo de probar, de intentar, de dar todo de nosotros, de usar nuestra voz, de gritar en voz alta, de expresarnos. No habían fronteras y éramos capaces de llevar al extremo todo: nuestras relaciones, nuestras aventuras, nuestro trabajo... Hoy sólo nos chocamos con más y más paredes y éstas son cada vez más indestructibles.

En qué momento empezamos a construir estas paredes? En qué momento nos come el miedo a todo y nos empezamos a encerrar en nosotros mismos? Realmente corremos más riesgos ahora que en ese entonces (y no me refiero a muchos años atrás tampoco), realmente nos estamos "cuidando", "protegiendo" o simplemente lo usamos como excusa para volvernos más herméticos?

Hace unos años creíamos en el amor, en decirlo en voz alta, en la fidelidad, en el cariño, en la amistad y pensamos que la gente que más nos idolatraba lo haría para siempre. Estábamos tan seguros de nosotros mismos como de que el mundo era nuestro escenario y nuestro canvas y seríamos dueños de él.

Hoy qué hacemos? desconfiamos de todo, nos guardamos todo, nos da miedo todo, hasta enamorarnos, hasta reír...

Extraño a mi "yo" de 20 años esta noche.

Trato siempre de vivir como esa Fiorella de 20 años y sigo intentando seguir su modo de vida: trato de no guardarme nada, expreso mis emociones, me entrego al 100% a todo lo que hago, escucho, observo, aprendo, juego, engrío, me dejo engreír, me dejo querer.... pero aunque lo intente al máximo no puedo sola... de qué sirve que yo siga rescatando lo bueno de Fiorella de 20 años si al final igual me estampo contra las paredes más duras? En mi afán de tumbármelas todas hay veces en las que termino agotada también; agotada, triste, desesperanzada, callada... en otras palabras, caigo en cuenta del peso de todos mis años y me succiona el "YO" de alguien de 40 años...

No quiero que me succionen, no quiero que me metan en su juego de cínicos... todos siguen sintiendo al máximo y todos tienen días en los que quieren gritarle al mundo que están enamorados y días en los que quieren echarse a llorar en las faldas de sus madres como si tuvieran 5 años... por qué lo negamos? por qué nos hacemos los "fuertes"? 

No dejamos de sentir y, si es posible, creo que sentimos con mayor intensidad... muchos piensan que la vejez nos vuelve más inmunes, yo creo todo lo contrario; sólo aprendemos a esconderlo mejor y a disimular más seguido... y para qué? 

La primera mentira que odio es aquella que me hago a mí misma... si hay alguien con quien decido ser sincera al 100% soy yo. No me voy a esconder mis sentimientos ni mis opiniones... es la única manera de evolucionar, de progresar, de cambiar, de ser mejores...

A los 20 años pensamos que el mundo es nuestro y prácticamente lo único que tenemos que hacer nosotros es desafiarlo. Quizás ya no es momento de ser impulsivamente irresponsable, pero quién dice que no podemos seguir arrastrando un poco de ese ímpetu a través de los años?

Piénsenlo... seamos más libres.
Tantas cosas en el mundo... no necesitamos más paredes.

Los dejo con mi YO de 20 año, ridícula quizás, pero feliz :)





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SOY GARRIK

Cuántos hay que, cansados de la vida,
enfermos del pesar, muertos de tedio,
hacen reír como el actor suicida,
sin encontrar para su mal remedio!

¡Ay! Cúantas veces al reír se llora,
Nadie en lo alegre de la risa fíe,
porque en los seres que el dolor devora,
el alma gime cuando el rostro ríe.

Si se muere la fe, si huye la calma,
si sólo abrojos nuestra planta pisa,
lanza a la faz la tempestad del alma,
un relámpago triste: la sonrisa.

El carnaval del mundo engaña tanto,
que las vidas son breves mascaradas;
aquí aprendemos a reír con llanto
y también a llorar con carcajadas.