En esta noche pre-elección admito que no he sido completamente sincera: si bien he discutido de política, he renegado, he maldecido y me he quejado; en el fondo estuve pensando en otra cosa todo el tiempo. Y no sólo esta noche, sino hace tiempo.
Esta noche será igual que todas las demás y mañana igual que todos los abriles cada 5 años, pero yo tengo un secreto que no sé si diré (aunque podría ser obvio para que el realmente me conoce). No es misterio, es simplemente una reafirmación a mí misma de lo que pasa dentro de mí.
Espero que en unas horas tengamos buenas noticias y en un par de meses unas mejores aún. La esperanza es lo último que se pierde y, aunque a veces esté cerca de hacerlo, hoy yo digo que NO LA PERDERE.
Hasta mañana y que la fuerza nos acompañe :)
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