Confesiones sin sentido

De vez en cuando prendo un fósforo y me quedo viendo la llama hasta que está muy cerca de mis dedos. Me da miedo quemarme, aunque ya me he quemado varias veces. Duele. Deja marca. La crema no la borra. La clara de huevo no la borra. La piel de cebolla no la borra. El agua no calma el dolor.

A veces me quedo mirando el cielo un buen rato. De preferencia en la tarde, cuando está naranja. También de noche cuando puedo ver la luna. Por lo general me invade una sensación de grandeza, de que soy capaz de lograr todo lo que quiera. Otras veces no siento nada, sólo pienso "qué bonito".

Hay días en que se me rompe una uña. No puedo andar por la vida con la uña rotita. Se me enreda en el pelo cuando me toco la cabeza y esa sensación me pone los nervios de punta. Ese pedacito de uña se queda conmigo varios minutos, juego con él. No creo que sea asqueroso. Seguro tú también lo haces.

De vez en cuando me pongo algo y así, sin hacer nada, me miro al espejo y me siento remotamente bien. No tuve que probarme 4 polos y 3 jeans. O decidir entre falda o shorts o leggins o vestido o jean oscuro o jean claro o sandalias o botas o zapatillas. Cuadró solo.  Otras veces (la mayoría) me veo al espejo y pienso "cómo me puede decir que soy bonita? debe ser porque me quiere (o quería) porque yo no veo nada bonito ahí". Mi autoestima parece el soundtrack de una película de terror.

Hay días en que no me provoca bañarme. De sólo pensar en la ducha me da flojera y frío. Pero cuando lo hago me siento completamente diferente. Primero me pongo shampoo, luego me jabono, luego me pongo acondicionador, me lavo la cara y me enjuago. En el interín tuve 1 conversación imaginaria (contigo), canté 2 canciones y bailé 3. Una vez casi me resbalo. Me asusté. Me imaginé tirada en la ducha, con la sangre corriendo hacia el desague junto con el agua. Nadie se daría cuenta hasta que fuera demasiado tarde. Luego seguí cantando.

Me acabo de tomar un zatrix (si no sabes qué es googlelealo). Por qué? no lo sé exactamente. Igual no siento el efecto aún. De repente también soy "too much" para esas pastillas.

Odio el término "too much". Odio estar tan consciente de mis defectos. Odio ser "too much" y a la vez "not enough"....

Si fuese rubia, alta, regia, tetona, culona, con los ojos verdes, la mirada dulce, la boca sexy, las orejas del tamaño correcto, la barriga plana, los dedos lindos, el cuello largo y la risa contagiosa... hubiese sido más feliz? me hubieses querido más? hubieses peleado por mí? tendría más amigos? tendría chamba? me darías la cara? serías más fácil? sería todo más fácil?... one can't help but wonder...

A veces me siento tan orgullosa de mí y digo "asu, soy de ptm no jodan". Luego me río en voz alta porque me siento una ridícula. Pero eso no hace que deje de pensar que soy de ptm: inteligente, graciosa, buena amiga, buena hija, buena amante, buena enamorada. Aprendí a querer sin esperar nada a cambio, a perdonar de corazón, a dar todo de mí siempre, a escuchar, a atender, a ceder, a estar sola, a acompañar, a dar la mano, a dar consejos, a aprender... Pero no se preocupen, esto sucede una vez a las 500 y siempre pasa algo que me trae a mi realidad. Mi ego está bajo control (quizás demasiado).

Me gusta la pizza fría del día siguiente. Odio el choclo, el brócoli, la coliflor y sobretodo la beterraga. Acabo de googlelear beterraga para ver si era con B o V. Me salió "did you mean BATERRAGA?". Dije que no mentalmente y me zurré en mis errores ortográficos (normalmente no me zurro). Me gustó tu pollo con champiñones, zanahorias y otra cosa que me cocinaste un día. Siempre me acuerdo de esa noche. Me encantan las galletas chaplin combinadas con inca light. Odio el locro y no como carne.

Podría seguir haciendo esto toda la noche. Es rica catarsis. Aunque mi catarsis principal me gustaría hacerla contigo cara a cara. Pero nunca hay tiempo o ganas o qué se yo.

Si llegaste hasta aquí ya comprobaste que estoy loca. Te ganaste un cocoroco. Reclámalo en tu bodega más cercana, pero no te olvides de pagar.

Todas las mañana me despierto y cruzo los dedos para no leer algo que me duela. Hoy también los cruzo. Estoy más sensible que nunca o quizás siempre he sido así. No me gusta que me hagan daño, me gusta que me cuiden. Pero también tuve que aprender a hacerlo yo sola. Todavía no aprendo.

Gracias por su atención, nos volveremos a encontrar pronto, a la misma hora y en el mismo canal.