De pronto, sin realmente mentalizarlo, tengo a otro ángel en el cielo que me cuida. Cerró su círculo dejando este mundo un día antes de celebrar su nacimiento y logrando que, por primera vez en mucho tiempo, juntar a toda su descendencia en el mismo lugar.
Quizás hoy en día muchos dirían que fue una mujer anticuada y retrógrada; cucufata y poco moderna. Pero yo no lo creo, yo creo que fue todo lo contrario: el ejemplo de una mujer llena de paz y llena de amor, de paciencia y de aguante, aún cuando las circunstancias prácticamente la obligaban a rendirse.
Qué increíble es haber podido disfrutar su ejemplo y sus ocurrencias durante casi 27 años. Hoy no me despido triste, hoy me despido contenta porque sé que ya está en un lugar mucho mejor, en dónde siempre debió estar y ahora sus pies de bailarina ya están libres y corriendo por ahí.
Mi abuela fue una mujer llena de sonrisas y de amor. Vivió en 3 casas diferentes mientras la conocí y siempre que entraba a cualquiera se respiraba paz. Si te echabas en su cama te podías quedar dormido en 5 minutos y la música de sus tiempos siempre sonaba bajito desde la sala.
Era inteligente y le gustaba hacerse la tonta porque sabía que nos hacía reír. Nunca hubo un sólo día en que no me haya hecho una bendición en la frente, ni cuando estaba en la clínica sin poder mover su manito... con los ojos me dijo todo lo que quería decirme y yo le respondí: "sé que no puedes hablar, no te esfuerces, yo te entiendo todo porque nuestros corazones se hablan"... me trató de sonreír y me apretó la mano....
Hasta el último día de su vida mantuvo su fe a un Dios al que nosotros le reclamamos y olvidamos y negamos, pero que ella mantuvo en su corazón todos los días de su vida. Era difícil verla y no tentarse en pensar que quizás ella tenía razón y Dios sí estaba en ella...
Extrañaré sus refranes y poesías, sus citas chistosas, sus anécdotas, sus consejos sobre los hombres... extrañaré que me pregunte CADA VEZ QUE ME VEIA si me pintaba las cejas o en realidad eran así de negras; que me diga que ya no coma dulces (a pesar de que no soy dulcera) y que me diga que le parecía bonita.
Le agradezco todas sus enseñanzas, que no fueron sólo palabras, fueron EJEMPLO. Le agradezco todas las "pijamadas" cuando era chiquita y cómo íbamos casa por casa saludando a todas las vecinas y recogiendo florcitas. Le agradezco las sonrisas y risas y los engreimientos que nunca faltaron.
Pero más que nada agradezco que haya sido tan buena madre y que me haya regalado a mí la mamá que tengo. Lo mejor de ella está reflejada en mi mamá y ese regalo no tiene suficientes gracias en el mundo.
Te quiero, te adoro, eres y serás siempre la REINA MADRE.
Ahora diviértete y cuídanos a todos :)
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