Hola. Hace tiempo que no aparezco por aquí y mi vida sigue siendo una novela, a veces una inteligente e intrigante como de algún escritor ruso; y a veces simplemente es una burda novela mexicana...
No creo en muchas tradiciones, sobretodo porque la mayoría termina siendo una repetición robótica de algo que en el fondo no tiene ningún sentido. Sin embargo, y aunque no estoy del todo de acuerdo, sí considero importante tomarse por lo menos un día al año para sentarse y agradecer lo que uno tiene.
En realidad creo que es un ejercicio que deberíamos hacer, si no todos los días, por lo menos una vez a la semana; pero así somos, se nos pasa, lo bueno se nos escapa, los momentos que realmente importan los dejamos ir por renegar de lo que no importa tanto, necesitamos que alguien lo declare una festividad nacional y se sirva pavo y hayan descuentos en las tiendas para poder asumirlo...
Es por eso que quiero agradecer lo que tengo, no pensar en lo que me falta, sólo parar 5 segundos y disfrutar la figura así como está:
- Agradezco este viaje por todo lo que aprendí, toda la gente que conocí (incluyéndome) y por momentos que nunca me voy a olvidar.
- Agradezco las visitas de la gente que me quiere, que no me dejó sola, que me necesita a su lado, que se entristecieron con mi partida y se alegran con mi llegada...
- Agradezco a las personas que no me lo dicen pero me desean buenas energías siempre y piden que me vaya bien.
- Agradezco al que inventó el vino porque qué rico.
- Agradezco al pan con tomate.
- Agradezco no estar realmente sola.
- Agradezco todo lo que aprendí académicamente.
- Agradezco las risas y aventuras contigo.
- Agradezco al mar mediterráneo.
- Agradezco a los que me dejan ser y me hacen crecer.
- Agradezco a Moñoño porque sin él nada sería posible.
Y por último agradezco tener cosas que agradecer.
Quizás un poco cursi, pero no importa, este post cerró con una sonrisa :)
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