Es irónico que justo hoy, el día de acción de gracias, yo me haya despertado (si es que en algún momento dormí) con la sensación completamente opuesta: las ganas de reclamar todo lo que siento que me merezco y no tengo y reprocharle al mundo por qué es tan injusto conmigo cuando yo me esfuerzo tanto....
Sin embargo y una vez más, voy a tratar de eliminar esos sentimientos de reproche (aunque sea por hoy) y voy a pensar en todas las cosas que sí tengo y que realmente nunca me tomo el tiempo de apreciar por estar llorando por lo que me falta:
- Mis dos papás vivos, sonrientes y sanos.
- Verdaderos amigos que se preocupan por mí, andan pendientes, lloran cuando me voy, quieren matar al que me haga daño y me impulsan a ser mejor cada día.
- Una hermana menor completamente diferente a las demás y por ende más especial que nadie.
- Una hermana mayor que fue mi sueño desde que tengo uso de razón.
- Un millón de recuerdos cargados de risas y anécdotas.
- Haberme enamorado y saber qué es el amor.
- Haber aprendido a entregarme sin esperar nada a cambio.
Estas son algunas de las cosas que tengo día a día y que realmente no aprecio o no me tomo el tiempo para apreciar. Hay infinitas cosas más y mientras más lo pienso, más cosas encuentro.
Pero también vale la pena estar agradecida por lo inesperado, por lo que pasó sin que yo lo planeara porque esas sorpresas son las que más lecciones nos dejan. Y como yo no soy ninguna escritora ni tengo el talento como para realmente ponerlo en palabras bonitas, los dejo con un artículo del NY Times que nos hace reflexionar un poco sobre esto.
Editorial
A Thanksgiving Toast
Sitting down with friends and family today, there will be thanks for the steady currents, flowing out of the past, that have brought us to this table. There will be thanks for the present union and reunion of us all. And there will be prayerful thanks for the future. But it’s worth raising a glass (or suspending a forkful for those of you who’ve gotten ahead of the toast) to be thankful for the unexpected, for all the ways that life interrupts and renews itself without warning.
It will never cease to surprise how the condition of being human means we cannot foretell with any accuracy what next Thanksgiving will bring. We can hope and imagine, and we can fear. But when next Thanksgiving rolls around, we’ll have to take account again, as we do today, of how the unexpected has shaped our lives. That will mean accounting for how it has enriched us, blessed us, with suffering as much as with joy.
That, perhaps, is what all this plenty is for, as you look down the table, to gather up the past and celebrate the present and open us to the future.
There is the short-term future, when there will be room for seconds. Then there is the longer term, a time for blossoming and ripening, for new friends, new family, new love, new hope. Most of what life contains comes to us unexpectedly after all. It is our job to welcome it and give it meaning. So let us toast what we cannot know and could not have guessed, and to the unexpected ways our lives will merge in Thanksgivings to come.
HAPPY THANKSGIVING
WHAT ARE YOU THANKFUL FOR?
1 comment:
I'm thankful for incommensurable and pure love. I am thankful for learning how to fly. I'm thankful for destiny. I'm thankful for being able to see even when theres no where to see. I'm thankful for the sun and rain. I'm thankful for learning how.
Post a Comment